Llevo varios días peleándome con un proyecto de una valla de madera regulable en altura que me encargó mi hermano para entrenar a su pastor alemán. No era un proyecto en principio muy complicado de llevar a cabo, pero realicé alguna modificación en el diseño original que me enseñó y que me trajeron de cabeza.
Me dio bastante trabajo sobre todo el pequeño cambio que hice en los soportes de los postes verticales, que en principio se apoyaban a 45º grados y que yo decidí poner a 60 grados, lo que me obligaba a hacer cortes a 30º y a 60º en los cuatro soportes de madera que necesitaba.

Aquí vemos la valla original de madera con los refuerzos a 45 grados. Esos son los que yo cambié para poner a 60 grados.

Y aquí un curioso transportador de ángulos que utilicé para dibujar los refuerzos de madera que quería comprar.
Cortar a 30 grados y a 60 grados con la ingletadora no parecía algo muy difícil si conseguía ajustarla bien, pero no contaba con que no es posible realizar un corte a 30 grados con respecto a la guía de apoyo para la madera de la ingletadora. Trae marcas para cortar a 30 grados, pero es con respecto al corte a 90º con respecto a la guía de apoyo, ya que ese corte en ángulo recto lo marca como 0 grados.

Después de cortar a 60 grados sin mayor problema intenté cortar a 30 grados improvisando una pequeña mesa de apoyo a un lado de la ingletadora, y colocando un listón que me permitiese poner mis piezas de madera en un ángulo adecuado para los cortes que necesitaba realizar. Pero no es sencillo ser preciso (y quizás tampoco resulta muy seguro) cortar así, y por es lo que lo que realmente me interesaba, que es que ambos cortes quedasen exactamente a 90 grados, no fue posible.
Y además la mesa improvisada se cedía un poco (o quizás no estaba bien nivelada) y la madera no quedaba perfectamente horizontal, con lo que el corte en vertical no quedó tampoco a 90 grados. Si no fuese por esto último y porque las piezas de trabajo estaban ligeramente retorcidas (debí haberlas pasado por la regruesadora), habría nivelado la mesa para volver a cortar a 30 grados. Y después habría vuelto a retocar el primer corte en la ingletadora para conseguir los 90 grados entre el corte a 60 grados y el corte a 30 grados. Pero me daba la impresión de que con la madera algo retorcida no quedaría bien.

La mejor solución que se me ocurrió en ese momento fue arreglar los cortes en la mesa fresadora casera con ayuda de mi guía deslizante. Con un trozo de tablero de aglomerado (no quería gastar un trozo que tenía de contrachapado para esto) hice un plantilla para sujetar las piezas de trabajo en la posición que necesitaba para realizar los fresados.
Con la plantilla apoyada en el tablero de la mesa fresadora solo tuve que ir tirando poco a poco de la guía deslizante para realizar los fresados en varias pasadas.



Cómo hacer una valla de madera de altura regulable:

Soportes laterales para valla de madera

Terminando la valla de madera y pintándola
