La primera opción en la que pensamos y la que solemos considerar más resistente para unir las piezas de madera de un mueble son las uniones de caja y espiga, pero a veces podemos no tener los medios, el tiempo o la habilidad necesarios para realizar ese tipo de unión, así que siempre viene bien tener a mano una guía de espigar (entre mis guías de carpintería caseras puedes encontrar algunas). Yo tengo la guía de espigar de Wolfcraft, esa que está formada por dos piezas metálicas (una para sujetar ambas tablas y la otra que se va desplazando para ir taladrando los agujeros) y que viene bien para unir los cantos de tablas o tableros reforzando la unión con tubillones, pero creo que una guía de espigar autocentrante, como la que usa Matthias en este artículo donde hace cambios en una mesa de cocina, puede resultar mucho más versátil.
Si te preocupa que la resistencia de los tubillones no sea suficiente, personalmente creo que los cuatro tubillones de 12 milímetros que usa para cada unión no tendrán tanto que envidiarle a la unión de caja y espiga. Además como él dice en el artículo, hay mesas a la venta cuyas uniones, muy sencillas, son muchísimo más débiles. Y, como podréis suponer cuando leáis este artículo, al ser una guía pequeña coge perfectamente en la maleta y te la puedes llevar contigo para usarla en cualquier proyecto que surja allá donde sea que vivan tus amigos o tus familiares cuando los visites. La única pega es que, aparte de en algunas ferreterías online, ese modelo concreto de guía para tubillones nunca lo encontré a la venta.
Busca el enlace al artículo en Español sobre esta modificación de una mesa de cocina usando una guía de espigar de Woodgears en la pestaña proyectos de carpintería de este blog y allí vete a traducciones de Woodgears (número 29).
