Con esta van tres sierras de mesa caseras y creo que esta no será la definitiva, pero como será la que usaré durante un tiempo, necesitaba instalar un sistema de elevación del disco de corte de la sierra de mesa.
Pensé (incluso hice unas pruebas) en un sistema con cuerdas que me permitiría también inclinar la sierra, pero finalmente opté por la opción que me resultaba más sencilla, reutilizar el sistema de elevación que había fabricado cuando instalé el brazo de mi vieja ingletadora como sierra de mesa.
Una de las ventajas de este sistema de elevación es que al tener los dos tirantes empujando por la sierra se compensa el peso del motor, que como ya dije en la entrada nueva sierra de mesa, donde hablo de la instalación de esta en el tablero, me dificultaba mantener el disco perfectamente vertical.
Aún así, sigo sin tener el disco exactamente a 90 grados con el tablero, al menos no en todas las alturas de corte (la desviación es mínima), pero creo que está lo suficientemente vertical como para de momento poder trabajar con suficiente precisión (y en ningún momento me dio ningún aviso de un posible contragolpe. Aunque también siempre utilizo madera seca y bien plana). Cuando necesite algo mejor tendré que tomar una decisión: mejorar esta sierra o comprar una sierra de mesa de buena calidad.
Si tenéis una de estas sierras circulares instaladas debajo de un tablero a modo de sierra de mesa sabréis que no resulta sencillo regular la altura del disco ya que necesitamos tener las dos manos debajo de la mesa, una subiendo o bajando la sierra y la otra soltando y apretando el tope de profundidad, mientras miramos por encima la altura que alcanza el disco de corte. La precisión que conseguimos de esa manera resulta pésima y prácticamente nos tenemos que encomendar al azar para conseguir la altura de corte exacta que deseamos.
Con este sistema, con un carro que tira por unos tirantes unidos a la empuñadura de la sierra de disco resulta sencillo regular la altura. El paso y la pendiente de los filetes de la rosca de la varilla son muy pequeños y esto permite que la sierra suba y baje muy suavemente a la vez que queda prácticamente fija en su posición cuando dejamos de girar la manivela. Aún así creo que siempre es mejor bloquear la sierra en su posición usando el tope de profundidad, ya que esto ayudará a darle un poco de rigidez. Por eso instalé esa varilla que me permite accionar el bloqueo desde este lado de la mesa. A cambio el número de giros de manivela que necesitamos realizar para regular la altura es enorme, pero tampoco es una operación que vayamos a necesitar realizar continuamente.
En el vídeo podéis ver como hice e instalé este sistema conectado a la empuñadura de la sierra de disco. Reconozco que no me compliqué demasiado a la hora de fabricarlo y supongo que por eso no consigo un disco perfectamente vertical. Y es que conseguir que ambos tubos de cobre queden perfectamente paralelos entre si y con el eje de giro del disco, y durante todo el recorrido del carro, no es una tarea sencilla de realizar. En este caso se trató de probar y decidir si me conformaba con el resultado.
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