A la hora de hacernos una sierra de mesa casera con una sierra de disco uno de los problemas con que nos encontraremos será qué hacer con la ranura por la que sobresale el disco de corte de la sierra. Realmente no es gran problema si pretendemos dejar siempre el disco a 90 grados, pero si de vez en cuando vamos a usar el disco inclinado, por ejemplo a 45 grados, el tener dos ranuras, una junto a la otra en el tablero de nuestra mesa no parece lo más adecuado (ni estético). Una opción es usar insertos con la ranura ajustada al grueso de la hoja de nuestra sierra.
En el vídeo vemos el procedimiento que yo usé: cortar un hueco grande para permitir la inclinación de la hoja de nuestra sierra circular y de paso facilitar el cambio de hoja, fresar un rebajo alrededor, ajustar el inserto y cortar la ranura en el inserto. Eso si, tendremos que tener un inserto para cada inclinación de la hoja que deseemos, típicamente para 90º y para 45º.
Al ver el vídeo pensareis que fresar el rebajo casi a pulso puede ser complicado, pero seguro que si practicáis un poco antes y cortáis antes el perímetro con un cúter seréis capaces de hacerlo sin mayor problema. Otra opción puede ser colocar un marco de listones todo alrededor del hueco para guiar la fresadora y así evitar pasarse. Después os tocaría ajustar el inserto al rebajo fresado. Ya cada uno que se decida por el sistema que le parezca más cómodo.
Si la sierra de mesa que tenéis no es casera, sino comprada, también es recomendable fabricarle insertos ajustables al grueso de la hoja de corte, ya que las sierras de mesas que hay a la venta suelen tener una ranura bastante más ancha que el grueso del disco. La ventaja del inserto es que al ser la ranura tan estrecha ayuda a contener las astillas que se formarían cuando el disco corta, ya que este corta en cierto modo «empujando» la madera hacia abajo contra el tablero de nuestra mesa. Como el inserto sujeta la madera alrededor del corte, este evita en gran parte que se astille la madera y el resultado son cortes mucho más limpios.